Por: George Monbiot
The Guardian
Los pequeños agricultores ofrecen la mejor oportunidad de alimentar al mundo. Entonces, ¿por qué los tratamos tan mal?
Te sugiero que te sientes para leer esto, Robert Mugabe tiene razón. En la conferencia sobre alimentos de la semana pasada fue el único líder que habló “de la importancia… de la tierra en la producción agrícola y en la seguridad alimentaria”. (1) Dijo que los países debían seguir el ejemplo de Zimbabwe democratizando la propiedad.
Por supuesto que el viejo bastardo ha hecho justo lo contrario. Ha echado a sus oponentes y le ha dado la tierra a sus seguidores. No ha apoyado a los nuevos agricultores con créditos o ayudas de expertos, como resultado la agricultura en el país se ha derrumbado. Cuando Mugabe llegó al poder el país necesitaba urgentemente una reforma agraria. Y así sigue hoy en día.
Pero él tiene razón en la parte teórica. Aunque los países ricos no quieran escucharlo, el asunto sobre si el mundo es capaz de alimentarse o no, es un asunto, al menos parcialmente, función de la propiedad. Esto es el reflejo de un descubrimiento inesperado. Fue descubierto por primera vez en 1962 por el premio Nobel de Economía Amartya Sen (2), desde entonces ha sido confirmado por docenas de estudios. Existe una relación inversa entre el tamaño de los terrenos y la cantidad de alimentos producidos por hectárea. Cuanto más pequeños, mayor es la producción.
En algunos casos la diferencia es enorme. Un reciente estudio agrícola en Turquía, muestra que terrenos de menos de una hectárea son 20 veces más productivos que terrenos de más de
El descubrimiento sería sorprendente en cualquier tipo de industria, ya que asociamos eficiencia con tamaño. En la agricultura parece todavía más extraño, ya que los pequeños productores no suelen ser propietarios de la maquinaria, tienen menos posibilidades de disponer del capital y al acceso de créditos, siendo, además, menos proclives a conocer las técnicas mas avanzadas.
Existe una gran controversia sobre la existencia de esta relación. Algunos investigadores dicen que es el resultado de un artefacto estadístico: los suelos fértiles tienen más población que las tierras menos fértiles, por lo que el tamaño puede ser el resultado de la productividad, en lugar de al revés. Pero más estudios han mostrado que la relación contraria se mantiene en las tierras fértiles. Incluso funciona en países como Brasil, donde los grandes terratenientes se han quedado con las mejores tierras (4).
La mejor explicación es que los pequeños agricultores utilizan más mano de obra por hectárea que los grandes (5). Estos utilizan mayoritariamente los miembros de su familia, lo que significa que los costes laborales son menores que los de las grandes explotaciones (no tienen que gastar dinero en contratar o supervisar a sus trabajadores), mientras que la calidad del trabajo es mayor. Con más jornaleros, pueden cultivar sus tierras más intensivamente: gastan más tiempo en preparar la tierra y en montar los sistemas de riego; vuelven a plantar después de la recolección y pueden cultivar diferentes cosechas en el mismo terreno.
En los primeros días de
Hay muchas mas razones para defender a los pequeños agricultores en los países pobres. Los milagros económicos de Corea del Sur, Taiwán y Japón se basaron en sus programas de reformas agrícolas. Los agricultores utilizaron el dinero para crear pequeños negocios. Lo mismo parece que ocurrió en China, aunque con un retraso de 40 años, con la colectivización y con El Gran Paso Atrás: los beneficios económicos de la redistribución que comenzó en 1949 no se apreció hasta principios de los años 80 (7).
El crecimiento basado en pequeñas explotaciones tiende a ser más equitativo que el crecimiento basado en industrias de capital intensivo (8). Aunque los terrenos sean usados intensivamente, el impacto ecológico total es menor en las pequeñas plantaciones. Cuando las grandes compran a las pequeñas, los jornaleros desplazados se van a otras tierras para intentar ganarse la vida. Una vez seguí a unos campesinos desde el estado brasileño de Maranhao unas
Pero el prejuicio contra los pequeños agricultores sigue presente. De ahí viene el más extraño de los insultos en la lengua inglesa: cuando llamas a alguien campesino, le estas acusando de ser autosuficiente y productivo. Los campesinos son detestados por los capitalistas y por los comunistas parecidos a los capitalistas. Ambos han querido quitarles las tierras, y tienen grandes intereses en humillarlos y demonizarlos. En el informe de La organización de alimentos y agricultura de las NNUU sobre Turquía muestra que a consecuencia de las pequeñas propiedades, “las cosechas… permanecen escasas”. (9)
Como Mugabe, los países donantes y los grandes grupos internacionales demandan que se apoye a los pequeños agricultores, mientras que silenciosamente intentan acabar con ellos. La cumbre de la semana pasada acordó “ayudar a los agricultores, particularmente a los pequeños, aumento de la producción e integración con los mercados locales, regionales e internacionales.” (11) Pero cuando a principios de año, The Internacional Assessment of Agricultural Knowledge propuso una manera de hacer precisamente eso, EEUU, Australia y Canadá lo rechazaron diciendo que ofendía a las grandes empresas (12), mientras el Reino Unido se queda como el único país que no dice si apoya o no el estudio (13).
Las grandes empresas están matando la agricultura a pequeña escala. Ampliando los derechos de propiedad intelectual sobre cada aspecto de la producción; desarrollando plantas estériles y que no se reproducen (14), se asegura que sólo aquellos con acceso al capital puedan cultivar. Capturando los mercados mayoristas y minoristas, buscan reducir sus costes de transacciones haciendo negocios solo con los grandes vendedores.
Si piensas que los supermercados están haciendo que los agricultores lo pasen mal en el Reino Unido, deberías ver lo que están haciendo con los del mundo empobrecido. Mientras los países en vías de desarrollo acaban con los mercados en las calles y los reemplazan con centros comerciales luminosos, los agricultores más productivos pierden sus clientes y se ven obligados a vender. Los países ricos apoyan este proceso demandando que los mercados se abran a sus empresas. Sus subsidios todavía ayudan a los suyos, haciendo que estos compitan muy favorablemente con los pequeños productores del mundo empobrecido.
Esto nos lleva a una conclusión interesante. Durante muchos años, los liberales con buenas intenciones han apoyado el Comercio Justo por los beneficios que reporta directamente a la gente que los produce. Pero la estructura del mercado global de alimentos esta cambiando tan rápidamente que los productos de Comercio Justo se están convirtiendo en uno de los pocos medios por el que los pequeños agricultores en los países empobrecidos podrán sobrevivir. Un cambio de minifundios a latifundios provocará un mayor decline en la producción global, precisamente cuando la oferta es más escasa. El comercio justo puede convertirse en necesario, no sólo como una forma de redistribuir las ganancias, si no también para alimentar al mundo.
Articulo Original: Small Is
Peasant farmers offer the best chance of feeding the world. So why do we treat them with contempt? By George Monbiot. Published in the Guardian 10th June 2008
http://www.monbiot.com/archives/2008/06/10/small-is-bountiful
Referencias:
1. http://www.fao.org/fileadmin/user_upload/foodclimate/statements/zwe_mugabe.pdf
2. Amartya Sen, 1962. An Aspect of Indian Agriculture. Economic Weekly, Vol. 14.
3. Fatma Gül Ünal, October 2006. Small Is Beautiful: Evidence Of Inverse Size Yield
Relationship In Rural
http://www.policyinnovations.org/ideas/policy_library/data/01382
4. Giovanni Cornia, 1985. Farm Size, Land Yields and the Agricultural Production function: an analysis for fifteen Developing Countries. World Development. Vol. 13, pp. 513-34.
5. Eg Peter Hazell, January 2005. Is there a future for small farms? Agricultural Economics, Vol. 32, pp93-101. doi:10.1111/j.0169-5150.2004.00016.x
6. Rasmus Heltberg, October 1998. Rural market imperfections and the farm size— productivity relationship: Evidence from
7. See Shenggen Fan and Connie Chan-Kang , 2005. Is Small Beautiful?: Farm Size, Productivity and Poverty in Asian Agriculture. Agricultural Economics, Vol. 32, pp135-146.
8. Peter Hazell, ibid.
9. http://www.new-agri.co.uk/00-3/countryp.html
10. OECD Economic Surveys: Turkey - Volume 2006 Issue 15, p186. This is available online as a Google book. I was led to refs 9 and 10 via Fatma Gül Ünal, ibid.
11. http://www.fao.org/fileadmin/user_upload/foodclimate/HLCdocs/declaration-E.pdf
12. International Assessment of Agricultural Knowledge, Science and Technology for Development (IAASTD), 2008. Global Summary for Decision Makers.
13. IAASTD, viewed 9th June 2008. Frequently Asked Questions. www.agassessment.org
14. Eg Terminator seeds.
Traducido por Félix Nieto para Globalízate
Marcos Jesús Concepción Albala
Presidente de Argos Is-Internacional
Miembro de la 'CAMACOL' y de la 'FELAP'
argosisinternacionalenlared@yahoo.com
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